El primer paso es presentar una reclamación al servicio o departamento de atención al cliente de la compañía en un plazo máximo de un mes desde que se detectó la incidencia.
Si en 30 días no se recibe respuesta alguna o esta no nos satisface, podemos acudir a la Oficina de Atención al Usuario de Telecomunicaciones, que depende de la Secretaría de Estado del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, o a una Junta Arbitral de Consumo —solo si la empresa está adherida al sistema o acepta someterse al arbitraje, ya que éste tiene carácter voluntario—. Ambas resoluciones son vinculantes.
También existe la posibilidad de recurrir ante los tribunales, para la que no se exige abogado y procurador si se trata de una reclamación o indemnización inferior a los 2.000 euros. No obstante, siempre es mejor acudir con experto para que haya igualdad de armas, ya que las empresas suelen…
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